Es el nombre más actual para lo que antes se tenía como preescolar y que va desde el nacimiento hasta los 6 años. Período de importancia mayor para la formación de la persona y su salud integral, por lo que no se puede descuidar ni perturbar innecesariamente.
Trajimos del Ministerio de Educación un conjunto de documentos y publicaciones muy interesantes que iremos comentando. Entre ellos un grupo de folletos sobre Educación Inicial y el proyecto Simoncito, que quiero comentar.
Pero, primero, voy a soltar un cuento.
El Centro de Investigaciones TEBAS, de la UCV, donde trabajo desde hace 24 años, siempre mantuvo (durante la IV República) relaciónes continuas con el Ministerio de Educación de intercambio de informaciones y necesidades. A veces fueron cordiales, tensas o muy tensas, sin personalizar las cosas y cuidando de no politizarlas. En varias oportunidades sentimos la tendencia del Ministerio a subordinar la acción (o interacción) educativa a los intereses del partido de turno. A pesar, también, de un oposicionismo a ultranza entre muchos colegas investigadores y educadores, que concebían al Ministerio como un territorio extraño al que no había que hacer concesiones. Persistimos en mantener esas relaciones –no sólo con el Ministerio sino con algunas gobernaciones y alcaldías, con Fe y Alegría y otras instituciones– y ello nos ha dado muy buenos frutos y aprendizajes: Una colección ya larga de especialistas, productos, proyectos y publicaciones.
Ahora (en la V República) hemos esperado que eso continuara. Pero nos han castigado con el látigo de la indiferencia. Ni siquiera han acusado recibo de correspondencia y publicaciones. Recientemente insistimos y enviamos dos paquetes de libros y folletos nuestros, uno al Ministro y otro a la Dirección de Currículo. El ministro no contestó. La Dirección de Currículo, a una llamada telefónica nuestra, dijo que podíamos pasar a recoger unos materiales. Eso hicimos y de paso nos trajimos de la Dirección de Educación Inicial los folletos mencionados al principio. Seguiremos buscando relaciones profesionales con nuestro Ministerio de Educación y Deportes, nuestras escuelas y nuestras universidades.
Tenemos diez folletos numerados, de 12 páginas, a todo color impreso en papel económico, con textos del Equipo Técnico de Educación Inicial, diseño gráfico de Jhanerick Salas Maronsky y dirección de Olga Sánchez García. Bello e importante trabajo. Ilustraciones sencillas comunican respeto y presentación de la diversidad étnica, cultural y de género, dibujan gente como la que anda por las calles venezolanas, sin las discriminaciones habituales en propagandas y telenovelas. Los textos ofrecen recomendaciones claras y sugerentes para la salud, cuidados y aprendizajes, sin pretensiones de recetario, para las diversas edades y momentos de la infancia más temprana. Tan así que me los puedo imaginar útiles como escenarios para la problematización y discusión de los estudiantes de educación.
El preescolar en Venezuela desde hace tiempo, y sin lograr la cobertura deseable, convocó especialistas y maestros que lograron crear ambientes de aprendizajes flexibles y respetuosos donde el juego y la comunicación podían florecer constructivamente, acompañando a los niños en sus diferentes ritmos y necesidades. De manera tal que el salto al primer grado muchas veces resulta problemático al tropezar allí con una pedagogía directiva, predicativa, poco respetuosa.
No he revisado el resto de los materiales obtenidos, pero trataré de hacerlo con la esperanza de encontrar, para los otros niveles, actitudes y concepciones similares a las presentadas en estos folletos.