LA HORA LATINA

Arnaldo Esté

tebasucv@cantv.net

7 de mayo de 2005


Suena como programa de radio. A uno le gusta imaginarse cosas, pero varias parecieran converger hacia lo que pudiera ser nuestro tiempo. Momento del mestizaje, la impureza, el tiempo equívoco, la espacialidad corpórea y la vida ditirámbica. Latinidad donde lo caribeño está a sus anchas y la racionalidad encuentra su techo.

Los Andes, como una piel, se hacen garantía de unión. El Amazonas, cauce alimentador de curso invertido. El Río de la Plata abraza al Uruguay. La Amazonia cobija toda vida queriendo casi beber del Pacífico. Los tupí-guaraníes revelan su parentela arahuaca y el cacao, adorado por los aztecas, se anuncia venezolano.

Un ethos mayor que el nativismo caritativo, que el costumbrismo meloso o la mercadería populista. Cosas ocurren que pudieran barrer nuestra ancestral vergüenza y flaca dignidad de estarnos definiendo por comparaciones, y pudiéramos confluir en logros y fertilidad. Una, digo, de voltear a vernos unos a otros y a nosotros mismos sin la mirada con ticket del visitante de zoológico...

No es sólo cosa de que la OEA pareciera, al fin, tener sentido y mayorazgo. Ni que comenzáramos a sentir las vecindades. Ya habíamos aprendido a disfrutar las telenovelas brasileras que descubrían proximidades ignoradas y que con los colombianos bailáramos sus cumbias. Es cosa de habernos atrevido y regresar con vida y oír rebotar la propia voz y cogerle el gusto.

Krichner, Lagos, Lula, Chávez, López Obrador, Tabaré Vázquez nombres nuevos que podrían probar que sin violencias ni guerras pueden existir respetos y discrepancias, y que la democracia tiene maneras sin demandar tutelas ni policías.

Por estos rumbos tal vez que será necesario rescribir la historia y aprender que para comprendernos y conocernos necesitamos otros métodos y modales, y sabernos humanos en la aventura de la diversidad. Y mucho mas expresarnos que vernos siempre desde afuera y con lentes ajenos. Hacernos en hechos y productos y, sobre todo, creer nuestras propias mentiras y novelas.