La crisis general se profundiza y precipita, haciendo que tome vigencia la necesidad de negociar, de entenderse. He estado insistiendo en esto con muchos otros que crecen en número, para abordar e iniciar la solución a los más graves problemas del país. Problemas que por su complejidad, historia y perspectivas requieren la participación concertada de todos los sectores y actores.
Con esa intención recurro a un instrumento habitual en los estudios sociales: los escenarios.
Para montar un posible escenario de negociación haré una suerte de inventario, sin intenciones de ser exhaustivo, de las fuerzas y componentes de los dos grandes conjuntos que se confrontan políticamente en el país.
Recursos del gobierno:
- El Poder Ejecutivo que incluye personas e instituciones. Personas en diferentes grados de compromiso con la argumentación y proyecto aún vigente. Diferente grado porque supone el compromiso por fidelidad a un liderazgo actual o anterior, la identificación ideológica en los diferentes niveles de su comprensión o la defensa de beneficios y riquezas logradas desde el poder.
- Los otros poderes nacionales ya previamente designados por el ejecutivo con la intención de garantizar su fidelidad o sumisión.
- Una minuciosamente elaborada suma de organismos, comunas, comunidades, brigadas, unidades de combate dispuestas a participar, defender y a disfrutar, eventualmente y de ser posible, de ventajas y prebendas políticas y/o económicas.
- La Fuerza Armada profesional en la que habría que discriminar horizontal y verticalmente:
o Oficiales de carrera. Personas que optaron por seguir la carrera militar, como opción de vida, apegados a su ética, propósitos constitucionales, leyes y reglamentos.
o Oficiales y personal corrupto que han visto en la carrera militar una oportunidad para acceder a instancias de poder o enriquecimiento.
o Oficiales y personal apresados por intimidaciones que los obligan a aparecer o figurar como fieles a un proyecto político.
o Partidos y organizaciones agrupadas en el Bloque de la Patria con variados matices, compromisos y diferencias.
o Apoyo internacional previamente acopiado o negociado, y ahora muy matizado, de algunos gobiernos y organizaciones.
o Fidelidades logradas gracias el ejercicio de una considerable inversión social: misiones, bonos, acceso a insumos y recursos, ahora crecientemente disminuidas por el agotamiento de los recursos fiscales que acompaña al precio del petróleo.
o Hegemonía comunicativa muy menguada en la medida en la que diversos medios de comunicación, sobre todo televisoras, han decidido cambiar su línea electoral.
Recusos de la oposición:
- La crisis general que ya ha saltado de los diferentes renglones: alimentación, medicinas, agua, energía, divisas muy menguadas, deudas y compromisos vencidos, al campo de una crisis ética que desintegra la nación, penetra toda la población y crea ámbito a la anomia, disfunción de las relaciones y servicios, violencia y emergencias anarquizadas.
- La Asamblea Nacional con una mayoría calificada, empeñada en producir un conjunto de leyes, reglamentos y decisiones que habían sido ya planteadas como proyectos de la campaña electoral: amnistía, propiedad de las viviendas otorgadas, producción, comunicación, recomposición de los Poderes Públicos, revocatorio, enmienda, etc. Además de ejercer el control del ejercicio de los diferentes ministros y funcionarios.
- Partidos y organizaciones políticas con cierta heterogeneidad y rivalidad, pero ahora unificada en la intención de procurar un reemplazo al presidente de la república.
- Recursos que le permiten buscar la salida legal del presidente por revocatorio, reforma constitucional u otra vía pacífica.
- Apoyo internacional que acompaña los cambios políticos en países antes aliados del gobierno en América y que exigen la vigencia plena de un régimen democrático. Cambios en las relaciones de Cuba con los Estados Unidos.
Estos recursos o herramientas listan, de manera muy incompleta, lo que podría colocarse en un espacio de discusión, para llegar a una negociación y acuerdos para la constitución de un gobierno de transición que ahorre posible costos mayores a los ya sufridos e iniciar la recuperación del País.