MODELAJES Y EJEMPLOS GOBIERNO CRISIADO


ARNALDO ESTÉ

arnaldoeste@gmail.com

@perroalzao


El gobierno se va agotando. Dos cursos mayores lo muestran.

El curso religioso del caudillo generoso con los reales ajenos.

Con un alimento mucho más iluso que documentado y puesto en proyectos, un caudillo, mucho más memorioso y escénico que profundo, y con la ayuda de argumentadores nativos e importados, fue armando una propuesta, que más o menos se redondeó con el nombre de Socialismo del siglo XXI. Armado con retazos de libros y experiencias fracasadas, se trató de levantar la idea de una revolución de los pobres.

Pero el caudillo, en la medida de la confianza que le daba su carisma logrado, saltó de una improvisación a otra, para nervios de los argumentadores que esperaban un curso más lineal y predecible. El caudillo supo de siempre que su poder tenía que apoyarse en unos regalos que llamo redistribución de la riqueza. Pero no basto eso: embriagado con las respuestas que lograba el esplendor de sus dádivas, se sobregiró y termino por malversar e hipotecarlo todo. No era cosa de trabajar y producir sin o de colocarse en una infinita cola.

En la medida en la que la cosa no funcionaba, se fue acudiendo cada vez más a la fuerza explícita y la represión. Con un lenguaje de militar novato se metió en el exigente barranco de una dictadura. Cosa que interrumpió la muerte.

La utopía revolucionaria.

El mundo, en su creciente diversidad, se ha abierto a remozadas ideologías y religiones. En los linderos de Occidente surgen hibridaciones y mestizajes culturales, económicos políticos tal como ocurrieron con los grandes imperios anteriores. Roma se fusionó en sus marquesados con ibéricos, galos, celtas y restos de anteriores imperios, para generar el panorama que llevo a la modernidad y sus revoluciones. Desde el liberalismo racista y radical hasta el islamismo más racista y radical aun que ahora aterroriza a todos. Con formas de gobierno a las que concurren dictaduras, monarquías, partidocracias, familiocracias… que tienen que concurrir a un mercado internacional aun regido por las normas que instaló Occidente.

En ese ambiente, la utopía revolucionaria, también de origen occidental, trató de ampliarse hasta solo lograr romperse. Su instrumental no podía copar con esa diversa realidad. En un discurso muy elemental insisten en reducirla a la vieja y agotada geometría de Izquierda y Derecha, que no explica nada pero sirve de bandera para militantes de las colas. Pero a falta de argumentos bien sirve la fidelidad a la magia del caudillo ausente.

El liderazgo heredado e inepto.

Agotadas las fuentes de la fe: el caudillo y la ideología se descubre la desnudez, la inminente caída.

Al heredero se la endosan las culpas injustamente. En realidad el mal ya estaba hecho y por mas inteligencia o habilidad que tenga no puede armar la botella rota. El grupo de gobierno se descubre en sus múltiples pecas y los más enterados comienzan a mirar para los lados, ventanas, puertas secretas, reales que lavar, países de exilio…

Todo eso lo estamos sufriendo y nuestra tierra y su gente se hunde en la miseria.

Pero la miseria no es una sola pieza, está compuesta por muchas cosas. Una de ella, la más importante en la confianza en sí mismo. Confianza que debe apoyarse en el mutuo reconocimiento y respeto. Y esa es la principal tarea que se da luego del triunfo electoral vecino: unir a todos, incluyendo, por supuesto, los despojos de la derrota.

Un maestro enseña mucho más con lo que es y hace que con lo que dice y predica. Colocado en un cargo de poder eso implica una alta responsabilidad. Cada uno de sus gestos, acciones, maneras expresara lo que debe hacerse y seguirse. Lo autorizado y lo prohibido. Los valores, instancias de fe y grandes referentes para la toma de decisiones y los proyectos de vida, pocas veces logran ser expresados por las palabras de sus devotos, pero si se perciben en sus cursos de acción, en sus maneras cotidianas. Los gobernantes de Venezuela, casi siempre envueltos en tráfago políticos, de poder, poca atención le han prestado al ejemplo que significan, en su persistente ir respeto hacia el pueblo que gobiernan. Así que hemos tenido funestos maestros: los dedos de la mano y de los pies me resultan muy escasos para esa cuenta.

Nuestros gobernantes, con ricas pintas de opereta, con mucha frecuencia se han cagado en nosotros. El curso más reciente, que comenzó con un golpe de estado, un alzamiento torpe y poco inteligente contra un gobierno de democracia confusa y caudillezca, nos llevó años después a otro gobierno más confuso y caudillezco aun. Al punto de que dejó su herencia, con grave ojo podrido, a alguien que exacerbó sus ya graves defectos y enturbió, con malas copias, sus habilidades escénicas. Aquí estamos. Maestro develado, con que autoridad podrás juzgar y reprender? Tendrás que repetir "yo no fui!!” Muchas veces pero nadie te va a creer. Pero si muchos te van a seguir. ¿Con cuáles referentes va a acusar a un bachaquero o trajinados de corruptelas?, ¿con cuáles vas a perseguir a esos jóvenes violentos y asesinos, que ya a su vez fueron violentados? La Revolución que en los libros era la reivindicación del trabajo como la verdadera riqueza, expoliada de su plusvalía de ninguna manera implicaba mendicidad o dádiva. Se expropiarían tierras y fábricas para trabajar más y mejor, en la idea de que era, el propio trabajo, substanciado en el producto La verdadera riqueza. No la simple distribución del producto.

En Rusia y en China el estado se convirtió en el gran propietario y trataron infructuosamente de distribuir su administración a comunas que nunca llegaron a funcionar. El trabajo disminuyó y también su eficacia. La represión, nunca la nueva conciencia, se hizo el instrumento para hacerlos trabajar. Nunca surgió la nueva moral que llevaría a sustituir a la competencia y la propiedad como motor de la producción. Eso fracaso en Rusia, China, Vietnam donde hubo revoluciones violentas. No en Europa donde nunca las hubo, solo ocupaciones soviéticas.

En Cuba Y SU BELLO PUEBLO, la riqueza azucarera se vino abajo y lo que comenzó como una fresca revolución quedo atrapada por la necesidad de sobrevivir, entregándose a los soviéticas y su guerra fría. Hoy solo le queda la represión hecha conciencia necesaria, internalizada , como soporte al no tener nada que regalar. Hasta llegar ahora a la condición negociadora para vender lo. Único que tienen: turismo. Sex, sun and Sand, agregándole las drogas como ya lo hacía Batista.

Aquí el petróleo, como era inevitable, lo invadió todo y todo fracaso como no fuera el cultivo de mendigos, la compra populista de conciencias y el mesías en un repartidor, no de milagros, sino de los dólares negros y sus derivados. En esa condición de gran debilidad moral tenía que florecer lo que ya se conocía: la corrupción en sus fértiles y creativos caminos, desde el tráfico bachaquero proletario hasta el narcotráfico FAMILIAR, cartelero, industrializado, mafioso y organizado. Es el trabajo y la productividad diversificada, no la cola de mendigos. Es la democracia profunda, no el regreso de los cogollos de siempre con sus. Maneras de trajinar y usar el poder.