RUTAS Y ATAJOS QUE NO EXCLUYEN

A UNA DICTADURA MILITAR “PROVISIONAL”


ARNALDO ESTÉ

arnaldoesté@gmail.com

@perroalzao

13 DE AGOSTO 2016


Las Olimpiadas, bello poema a la diversidad, dicen que los humanos somos cada vez mejores.

Con un poco de sentir negro voy a especular con tres personajes:

EL GOBIERNO

El día de la bandera fue un acto sacramental y angustioso, a orillas de fosa. El juramento que se les pidió a los fieles chavistas originales, constituyentes, tanto a los rezagados como a los ufanos, invocando un engavetado y testamentario Plan de la Patria: conservar el poder a todo costo.

Es de pensar que luego de ese juramento se le comunicó al CNE la decisión de impedir u obstaculizar, tanto como fuera posible, el referendo, violando normas y leyes.

Atrapado en su gran debilidad se decide por este curso.

No obstante el proceso ya aprobado incluirá la recolecta del 20%, que puede resultar en un plebiscito, que deslegitimaría al presidente.

De todas formas, el referendo postergado seguirá su curso, culminando con la destitución del primer mandatario quien sería reemplazado por un vicepresidente leal. Ese nuevo presidente bien podría ser al actual general en jefe, que ya está dotado de poderes supremos, incluyendo la ocupación de toda la geografía.

Este general formará un gobierno que tendrá que afrontar la creciente crisis general, la actual oposición y las demandas de protección y amparo que requerirán los integrantes del gobierno actual y sus preocupadas adherencias en cargos y dineros impropios. A lo anterior habrá que agregar todo lo derivado de las elecciones regionales cuyos nuevos triunfadores, en su mayoría opositores, tratarán de hacer valer su poder adquirido ante ese poder ejecutivo militar.

En esas complicadas condiciones, bien probable sería que tomara el carácter de un gobierno dictatorial provisorio. Un gobierno que podría tener “agenda propia” es decir, sin perder los apoyos del chavismo, abrirse hacia una coalición de transición y saltar hacia el futuro.

LA OPOSICIÓN

El otro actor en juego es la oposición. Tiene de su lado la crisis general, la legalidad, el creciente apoyo internacional y el derecho constitucional al referendo, pero poco poder real.

Así que opta por buscar poder de calle convocando a una congregación nacional. Un evento que, además de mostrar fuerza, será oportuna para densificar su organización en numerosos grupos y organismos. Una amplia organización que pudiera servir para el ejercicio de una larga pelea por el poder y la construcción discursiva de proyectos nacionales y en contra de la amenazante y eventual dictadura militar.

LA CRISIS

A pesar de que el gobierno trata de esconder su fracaso ideológico, organizativo y funcional detrás de la manoseada guerra económica (¿la de los bachaqueros?), el hambre, y la mengua crecen hasta llevar al desespero. Los precios se dolarizan pero no los salarios y se abren las fronteras y el comercio de importación que llenará parcialmente los anaqueles con mercancías a esos precios, instalando una arrasadora inflación que deriva el costo mayor del desastre hacia una gente cada vez más depauperada. Así, esa crisis general crece y se expresa con un lenguaje cada vez más particular. Con el hampa, ya de por sí crecida, aumentan las organizaciones de redistribución y apoyo mutuo. Unas muy santas y otras que podrían llevar hacia acciones no tan santas, pero sí surgidas de la necesidad de sobrevivir. La historia y la literatura están llenas de personajes que surgen desde la miseria y se encumbran (¿Chávez?). Héroes muy repetidos, propicios para un país de comiquita. Personajes “independientes” que con mucha rapidez generan leyendas y que bien podrían incorporar restos o desertores de las parcialidades mayores, en actividades de violencia creciente y con pocos límites o selecciones.

Este personaje, este tercer actor bien podría presionar al acuerdo, al diálogo, al entendimiento para salvar el país.