UNA SOCIEDAD INFORMAL


ARNALDO ESTÉ

arnaldoesté@gmail.com

@perroalzao


He planteado que no se abre una recta final. Y con muchos estoy de acuerdo en que la crisis general apenas ha comenzado y que lo peor está por venir.

En esa situación es bueno o pensar en las características de nuestra gente. Del pueblo venezolano.

Las cifras oficiales son confusas pero como ocurre con otras relativas a la inflación, los precios, el producto interno, la producción petrolera, son tan de bulto y sin sutilezas, que las que tenemos pueden ser interpretadas: hay más de un 40% de la población laboral dedicada a la “economía informal”.

Pero la informalidad es mucho más que una “economía”. Es una subcultura con valores y competencias perceptibles y actuantes. En general puedo decir que son maneras digeridas de la occidentalización.

El esquema social occidental, de las nociones industriales, nos habla de clases o, en lenguajes mas digeridos, se sectores o estratos referidos a ingresos familiares o en un caso muy peculiar como el de Bogotá de estratos ubicados geográficamente.

El marxismo primero los ubicaría como lumpen: sectores no ubicados aun o caídos de una ubicación anterior.

En un sentido conceptual solo se percibe lo que se nos da como forma: fenómenicamente. Así que hablar de economía informal.

Pero cuando nos acercamos a cosas como estas encontramos que hay formas, costumbres, resuelves. Uno puede ser muy comprensivo con estas cosas y pensar que son maneras, como muchas otras, de vivir: una formalidad diversa.

Pero las exigencias financieras y comerciales internacionales son implacables. No se trata del Imperialismo como acción política decidida y “voluntaria”. Se trata de la extensión mundial de los modos económicos occidentales al punto de que en sus extremos se dan ibridaciones y fusiones que anuncian la emergencia, en esa diversidad, de otras culturas.

Pero ahora estamos en la égida de lo occidental. Somos un país occidentalizado aun cuando una alta porción de su población, territorio y organizaciones no lo son.

En ese cuadro la producción económica debe ser competitiva. Debe haber una aceptable productividad, pero la economía “informal” es de muy baja productividad. No compite.

A lo anterior se agrega que los “informales” Así como los obreros y empleados públicos, no son obreros, no son clase obrera y no tendrían que tener esa conciencia.

Pero el socialismo es asunto de obreros, no de informales. Que no lo son, que no lo quieren ser y que no piensan como tales.

Entonces, ¿cuál podría ser la fuente “material” de esa ideología del Siglo XXI?

El informal y con el el empleado público no está atado a los juegos de salarios. El sobrevive cobrando por su sus productos o trabajos una porción mayor que lo que le costó. De manera que suben con la inflación y puedes sobrevivir con ella.

Salir del rentismo requiere comprender esto y lidiar con ello.

No son malos, buenos, flojos, desordenados, impuntuales, creativos: son simplemente diversos. Tienen valores aun endebles y competencias muy flexibles y adaptativas. Unos y otras varían de acuerdo a las exigencias circunstanciales.

Recurro a una fuente no oficial pero suficientemente confiable: barometropolitico.com/wp-content/uploads/2015/01/03.pptx

Dos de cada 4 jóvenes entre 15 y 24 años buscan empleo sin éxito.

Razones:

32% no quiso seguir estudiando y 31% afirma haber terminado los estudios

21% “tiene que trabajar”

8% de los ocupados tienen una jornada inferior a las 30 horas a la semana.

33% de los encuestados no trabajó jornada completa debido a “Permisos, Vacaciones o Enfermedad”

32% de estos ocupados preferiría tener una jornada completa, el 62% no desea trabajar mas horas a la semana

De los que desean completar la jornada, 21% ha hecho diligencias para ello.

Los que no hacen diligencias para complementar la jornada alegan:

1. No hay trabajo, 16%

2. Se ocupa del hogar, 17%

3. Solo 8% declara estar discapacitado.

4. 30% declara “otra situación”.

- Ocupados que trabajan más de 35 horas semanales + Ingreso igual o inferior al salario mínimo de referencia = 24%

Muestra la realidad de aquellos trabajadores que no se contabilizan como desempleados pero que evidencian déficits laborales importantes:

- Subocupación por razones de mercado + Subempleo invisible + Sobre ocupación con baja remuneración = 33%

Tasa de Condiciones Críticas de Ocupación

Se trata de un indicador particularmente sensible en contextos donde predomina el rezago social dejando en evidencia la existencia de sectores de la economía que necesitan ser objeto de atención del diseño de políticas laborales.

Distribución porcentual de los ocupados según categoría ocupacional

17% se califica como vendedores y el 13% trabajadores de menor rango, es decir, un tercio de los ocupados se ubican en empleos de muy baja calificación.

¿En qué condiciones trabajan los venezolanos?

Debilidad del tejido laboral, 80% no está afiliado a sindicatos.

Más de la mitad de los trabajadores carecen de los beneficios que cualquier empleo debe otorgar, lo que representa altos niveles de desprotección.

37% de los ocupados son trabajadores informales.

De ese tercio de vendedores y trabajadores de los servicios el 57% son trabajadores informales.

En Venezuela el mercado de trabajo no se caracteriza por ser extendidamente de asalariados. Ello implica que el desempleo no muestra buena parte de la situación laboral del país, mostrando además una estructura productiva poco desarrollada.

Ver barometropolitico.com/wp-content/uploads/2015/01/03.pptx