Papel de trabajo sobre proyecto energético

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA


Hoy es indispensable iniciar un proceso educativo que permita transformar nuestros comportamientos habituales que afectan el consumo de energía. Es evidente la necesidad de una educación energética que atienda a los más variados sectores, desde los industriales capitalistas, comerciantes transnacionales, hasta el ciudadano común y los grupos sociales de todos los ámbitos. Concierne a este proceso educativo la conveniencia de suscitar una nueva concepción del uso consciente de la energía, con un sentido de previsión y conservación de los recursos renovables o no renovables.

Esta situación requiere de un proceso profundo y sistemático de análisis y reflexión, que investigue las orientaciones curriculares de nuestro sistema educativo, los valores instalados en la cultura escolar y la venezolana en general, así como las disposiciones de nuestras leyes y su cumplimiento en industrias y manufacturas, todo ello vinculado a la materia energética. En un país como el nuestro, históricamente vinculado a la producción petrolera, esencialmente de cultura minera, no puede explicarse la falta de organización social, la desinformación y la ignorancia sobre el apropiado uso de los escasos recursos, sin detrimento del ambiente.

Este estudio investigativo previo sobre el carácter social y la naturaleza de la concepción arraigada en el uso y consumo de la energía, especialmente del petróleo, permitirá posteriormente formular propuestas concretas, políticas y programas de intervención cultural, que propicien la transformación de la conducta del despilfarro y el consumo indiscriminado, hacia la conformación de conciencia y resguardo del recurso escaso.

Con frecuencia, se ha asociado los conceptos de “calidad de vida” y “confort” al incremento sistemático del consumo energético. La imagen de una familia rodeada de da artefactos eléctricos, de vehículos automotores, de aires acondicionados se reproduce bajo el concepto de “vivir bien”. La consecuencia es una brecha, cada vez más ancha, entre los que disponen de estos recursos y los que duramente sobreviven. Se confunde el “ser” persona con el “tener” o poseer bienes, como diría Erich Fromm(1900-1980).Esta actitud es el efecto colonial y de dependencia cultural de algunos sectores, cuyo referente es extranjero y se ha importado de otros contextos, a veces introducidos desde la escuela y, por ello, requiere de una revisión bibliográfica, hemerográfica, hipertextual y testimonial, orientada a diseñar fórmulas y programas orientados a la valoración de lo propio y a la transformación de la costumbre y el hábito, en el marco de una reforma de la educación hacia la conservación y la conciencia energética..

Este conflicto hunde sus raíces en la historia venezolana, cuya perspectiva cambió considerablemente a raíz de la explotación petrolera, a partir del año 1935.

A medida que las compañías petroleras multinacionales recreaban el mitológico El Dorado, una oleada de inmigrantes extranjeros en proceso de buscar sus fortunas ofrecían lecciones a los venezolanos sobre cómo vivir y enriquecerse: The american way. Si las normas económicas y preferencias de los consumidores en Venezuela se sincronizaran más con el estilo de negocios y el mercado de exportaciones norteamericanos, la naturaleza complementaria de ambas economías se acentuaría. Las revistas, películas, publicidad, y televisión populares de los Estados Unidos reiteraban productos de consumo y valores culturales y materiales de los que podían escoger. Como consecuencia del efecto hidrocarburífero, el american style se filtraba desde los enclaves de los campamentos petroleros hasta impactar a todas las clases venezolanas. (Ewell, 1999, p. 197).

La argumentación permite percibir que la educación energética supone un análisis previo de los valores insertos extrañamente en nuestra cultura. Los campesinos venezolanos, que cultivaban la tierra con la convicción del país agrícola, de pronto se vieron investidos de una visión de progreso, asociada al sentido materialista. Nuevos valores se instalaron en la sociedad, produciendo el efecto de la modernización de fachada.

Hoy, el mundo entero clama por una transformación de este comportamiento general, para asumir una actitud responsable ante el presente y el futuro de las próximas generaciones. Pero también se está consciente de que el desarrollo económico de las naciones demanda mayor consumo de energía. El crecimiento económico de países como China e India ha incrementado la demanda de petróleo, por ejemplo. Se sabe que el cambio climático afectará la producción petrolera, como cualquier otra fuente energética Al mismo tiempo, el precio energético fluctúa, por razones políticas o naturales, pero oscila. Tampoco los altos precios benefician el “negocio” petrolero, lo que ocasiona el rechazo de países consumidores y no productores. No se puede ocultar el aumento del costo de extracción, especialmente de los combustibles fósiles. Venezuela, sometida de estas incertidumbres tiene interés en diversificar su economía, pero, especialmente, tiene la disposición en incidir en la conciencia y actitud de la gente para transformar los patrones de consumo e instalar valores de conservación y de vida, en continuidad con la Naturaleza.

Tradicionalmente se ha concebido al hombre como el que domina a la Naturaleza y ello supone una dicotomía hombre-Naturaleza que es ficticia, artificial y depredadora. Por el contrario, si pensamos que la relación hombre-Naturaleza es de continuidad, no de oposición, es posible trabajar con ella, sin deterioro, comprendiendo su carácter. Al comprender esta significativa diferencia, el hombre descubre la trascendencia de ese carácter, de su sistemática acción y asume su responsabilidad como ser pensante y conciente de su responsabilidad para con ella. Decía Alexander Von Humboldt:

La comunión con la Naturaleza despierta en nosotros facultades de observación que permanecían latentes; y así es como comprendemos de un sólo vistazo la influencia que ejercen los descubrimientos físicos en la ampliación de la esfera del intelecto, y percibimos cómo una aplicación sensata de la mecánica, la química y otras ciencias ha de hacerse propicia para la prosperidad nacional”. (Cosmos, http://www.schillerinstitute.org)

Para descubrir los caminos de esos valores emergentes en nuestra sociedad que permiten concebir la Naturaleza como continuidad humana y al hombre como parte integrante de ella, en comunión intelectual y responsable, es preciso recordar que el hombre transforma la Naturaleza sobre la base de intereses y fines los cuales son condicionados por el carácter de la sociedad donde vive. Debemos descubrir los valores emergentes o protovalores que subyacen en la cultura venezolana, que orientarán el proceso de la educación energética.

Ahora bien, no se puede obligar al ahorro energético. Un reglamento o una ley impositiva no resuelven el problema. De hecho, Venezuela tiene una de las leyes más avanzadas en materia de protección ambiental (Ley Penal del Ambiente). Se trata de algo más complejo. Es indispensable instalar nuevos valores en nuestra sociedad, y reforzar protovalores emergentes, que transformen los patrones habituales de consumo, sin el detrimento de la calidad de vida. Lo impositivo y decretado es temporal y no se instala como valor permanente. Ello supone una modificación del imaginario cultural, así como de comportamientos y actitudes económicas y sociales, hacia una mayor disposición por el desarrollo continuo y sostenible.

Para alcanzar este propósito, es indispensable indagar sobre el comportamiento y los hábitos adquiridos por los venezolanos, tanto en sus empresas como en la vida cotidiana, que producen un efecto en la cultura. Detectar estos comportamientos en una comunidad exige la observación etnográfica, la interacción constructiva (véase Metodología, en este mismo documento) que permita inferir la práctica de los valores subyacentes, porque puede ser perceptible un status ambiguo de determinadas poblaciones en una colectividad sociocultural. Una cosa se predica y otra se hace, lo que refleja distorsiones, exageraciones o inversiones de los símbolos, valores, creencias.

Conviene aclarar que lo energético, como lo ecológico y lo endógeno, como valores, remiten a referentes asociados a la conciencia y la acción naciente de cierta continuidad entre el mundo natural y la persona humana. Lo que nos da el sentido y condición de nuestra relación o pertenencia a la Naturaleza. Si la debemos dominar, si ella nos domina, si somos continuidad con ella. O si somos ella misma en otra calidad. En cualquiera de estas circunstancias, es indispensable profundizar en el enfoque difundido de estos valores en la cultura venezolana, para proponer políticas y proyectos concretos.

Es necesario analizar el carácter y sentido que adquieren los conceptos de petróleo y energía en la idiosincrasia del venezolano, en su conciencia ciudadana y determinar sus hábitos de consumo. De igual forma, conviene detectar cómo se difunde o reafirma esta conciencia en la literatura nacional, en la bibliografía científica, en los medios de comunicación, en el currículo escolar. Este corpus teórico, acompañado de referencias individuales y personales, servirá de fundamento para la proposición conceptual y educativa que hará posible la transformación de la cultura escolar.

JUSTIFICACIÓN

El fin de la educación es la formación de individuos y comunidades. Para un país como el nuestro, la formación implica un proceso simultáneo de investigación sobre las raíces y las conductas culturales, que permitan el diseño y construcción de estrategias de mediación educativa, que coadyuven a la instalación y afianzamiento de un sistema de valores - de una cultura- perceptible por los cambios de comportamiento. Lo cultural es un conjunto no separable de actividades y productos sociales e individuales que expresan valores. Una cultura formada es un sistema de valores que, por esa condición, tampoco se puede comprender en aislamiento o separación unos de otros.

Apagar los televisores, cuando no están en uso; utilizar artefactos y artículos ahorradores de energía; no dejar los cargadores de celulares conectados cuando no están en funcionamiento. Apagar los computadores y no dejarlos en “invernación” o “modo de espera”. …son tareas responsables de la familia y de la comunidad. Además, el fomento de la investigación en la materia y la difusión de elementos innovadores es compromiso ineludible del sector universitario. Los empresarios e industriales recibirán las recomendaciones apropiadas para utilizar los escasos recursos de forma responsable.

En consecuencia, hay que llegar a todos los sectores de la vida nacional y se propone iniciar el proceso mediante el estudio de la cultura escolar y universitaria, especialmente en carreras vinculadas al sector energético, que permitan descubrir este estado de consciencia y actitud ante el recurso energético. Seguidamente, será posible proponer acciones concretas para la difusión tecnologías ahorradoras, principios científicos que ayuden en esta tarea de inculturación productiva. Inculturar, intervenir la cultura, instalar valores relacionado con la conciencia y responsabilidad en lo relacionado con el consumo de energía y la conservación de recursos ambientales (que es también una forma de energía, de caudal de energía vital).

Desde la escuela y la universidad es posible llegar a la sociedad, a las industrias, a los entes gubernamentales o a la empresa privada, a los comercios y a cualquier usuario de la energía. Docentes y alumnos son miembros de la comunidad, son usuarios del transporte y de otras unidades de servicio. Se busca involucrar a todos los ámbitos, desde la escuela, y los centros de investigación universitaria, en un proceso consciente de transformación cultural. La intervención de la escuela en un plan de ahorro energético supone fomentar hábitos, instalar valores, transformar la experiencia cotidiana de cada quien, mediante la interacción dialógica, la formación interactiva que afiance las experiencias individuales, el sentido de solidaridad colectiva y la confianza en la contribución personal hacia una sociedad más digna.

El cambio de actitud en nuestra relación con la energía, sus tecnologías y su utilización, requiere de nuevos valores a escala de toda la sociedad. Los cambios verdaderos y permanentes de comportamiento solo se logran enseñando a los individuos las ventajas de la nueva cultura energética, no introduciendo simples factores externos. La participación ciudadana en la comprensión y solución de los problemas energéticos locales, nacionales y globales, es crucial en la creación de la cultura energética sostenible que demandan los nuevos tiempos. … No es ético ahorrar electricidad en el hogar y despilfarrarla en el centro de trabajo. No es ético tampoco enseñar o exigir a los demás que ahorren, cuando no se es capaz de hacerlo. Solo podemos educar a nuestros semejantes en el uso racional de la energía a través de la fuerza del ejemplo. (www.cubaenergia.cu) y (www.cubasolar.cu)

Según el Documento Constitutivo, FUNDATEBAS tiene por objeto “promover y gestionar el cambio y la mejora cualitativa de la educación venezolana. Igualmente, promover el desarrollo de la Investigación Educativa en la UCV y en todo el país”. Uno de los instrumentos para el logro de estos propósitos sería la realización del Proyecto de Educación Energética, con el estudio de la cultura escolar venezolana, para encontrar elementos vinculantes y protovalores a instalar en la conciencia ciudadana, a través de la mediación docente (en primer instancia) y de la instauración de valores vinculados al cambio de comportamiento social, por la mediación familiar, que ingresa por el alumno en formación (segunda instancia), las comunidades y empresas (a mediano plazo, y mediante la difusión de los descubrimientos de centros de investigación especializados en la materia).

Los objetivos del TEBAS como Centro de Investigación son promover, realizar y difundir las actividades de investigación y formación en el campo de la educación y la cultura. El Centro de Investigaciones tiene la responsabilidad de realizar actividades de investigación, formación y difusión conducentes a mejorar e innovar la enseñanza en todos los niveles y modalidades, y las expresiones de la educación y la cultura como parte de la existencia social, así como presentar alternativas y propuestas de soluciones viables a las demandas que la sociedad requiera en su área de acción. Nuestra propuesta inicial de trabajo se inserta primordialmente en la participación, en la formación pedagógica del docente, el enriquecimiento de la dinámica de aula y el acompañamiento al docente en su quehacer educativo y ello se aborda mediante el estudio de la educación en valores y la praxis docente.

FORMULACIÓN DEL PROYECTO

El Programa “Educación Energética”, que “adelanta el Ministerio del Poder Popular para la Energía y Petróleo y Petróleos de Venezuela S.A. “aspira a ofrecer a los distintos grupos etáreos del Sub-Sistema de Educación Básica (en sus niveles de educación primaria y educación media), un conjunto de proyectos que tiene como lineamiento base la educación energética desde la perspectiva del desarrollo endógeno, la protección del ambiente y la integración energética regional”.

Para el desarrollo de este conjunto de proyectos es indispensable conformar un corpus que defina su carácter, las posiciones asumidas, los valores desde los cuales se actúa y una manera concreta de definir estratégicamente la cultura a promover. En este sentido, el Centro de Investigaciones Educativas Tebas se propone indagar, analizar y acompañar procesos educativos, para descubrir valores subyacentes, comportamientos asumidos y habituales de la cultura escolar, concebida como reflejo de la cultura social y familiar, que permitirá detectar caminos de desempeño y potencialidades transformadoras de la realidad. De este acompañamiento etnográfico y otras formas de indagación, como el arqueo biblio-hemerográfico, la investigación interactiva etc. surgen, sistemáticamente, los valores a instalar y los protovalores a cultivar, para transformar el ámbito de la educación formal y no formal, e incidir en las comunidades nacionales. Si aceptamos que las transformaciones sociales (y la formación de las personas) atienden a cambios en sus valores y que las culturas son sistemas de valores, tendremos que aceptar que hay que incidir sobre ellos, que hay que comprender cómo se construyen e instalan.

Este sustrato teórico, que se irá conformando mediante el proceso recurrente de investigación generará, lo que en el Programa de Educación Energética se ha denominado Ethos (ver Programa) y que reiteramos aquí:

• “Conciencia y responsabilidad frente a los impactos ambientales que son consecuencia de la intervención humana.

• Conciencia y responsabilidad en lo que respecta al consumo de energía.

• Valoración de patrones de consumo sustentables y de propuestas alternativas.

• Reinversión de la explotación de los recursos en la investigación y el desarrollo (Siembra del Petróleo)

• Empoderamiento de los ciudadanos y ciudadanas a través de la concienciación de lo que significa la “Soberanía Energética” (conocimiento e información)

• Solidaridad y cooperación nacional y regional (latinoamericana y caribeña)

• Valoración de los recursos energéticos (ritmos de producción y modalidades de ahorro)

• Posicionamiento geopolítico del país.

La primera tarea investigativa se vincula a la descripción y conceptualización de la cultura observada. A partir de allí será conveniente analizar las razones subyacentes a los comportamientos sociales, para determinar su relación con el concepto de “calidad de vida” que subliminalmente se valora en la sociedad. El conjunto permitirá identificar los factores que inciden en el consumo indiscriminado de la energía, los elementos que afectan una conservación apropiada del ambiente, para diseñar luego planes de intervención y difusión vinculados a la educación energética.

DESCRIPCIÓN del PROGRAMA de PDVSA

En la formulación de este proyecto se ha tomado como fundamento los lineamientos o términos de referencia tomados de la propuesta del Ministerio del Poder Popular para la Energía y Petróleo y Petróleos de Venezuela S.A. Allí se especifica que el objetivo general del Programa “Educación Energética” se formula como una contribución con el Ministerio de Educación en materia de educación energética, en la

“formación de ciudadanos y ciudadanas con conciencia y responsabilidad en torno a la soberanía energética desde un enfoque que privilegie la valoración de los recursos naturales con un sentido nacionalista, reconozca su papel como palanca para el desarrollo endógeno y para el impulso de los procesos de integración regional y mundial y apueste por el aprovechamiento responsable de los recursos naturales en relación armónica y respetuosa con el ambiente”(copia textual de la Carta de Referencia).

Este amplio objetivo general puede centrarse en la instalación de valores de conciencia y responsabilidad ciudadana, dado que los otros elementos mencionados se remiten al enfoque del Programa, donde se insiste en la valoración de recursos naturales “con sentido nacionalista”, el compromiso con el desarrollo endógeno y el aprovechamiento de los recursos. Los enfoques pueden resumirse a su vez en dos aspectos: la valoración de los recursos (lo que supone su aprovechamiento responsable) y la contribución ciudadana al desarrollo sustentable, en un marco de integración nacional e internacional.

En consecuencia, el objetivo general, dada su condición de afianzamiento de valores de responsabilidad y consciencia ciudadana, cuyo proceso no puede ser decretado, requiere de una instalación paulatina, partiendo de la inserción en la cultura escolar. Este objetivo general se traduce en un conjunto de objetivos específicos:

1. Asesorar al ente rector en materia educativa en la elaboración de políticas, programas, planes y proyectos relacionados con el área de la energía desde el enfoque de “Plena Soberanía Energética” y con una visión de responsabilidad social ambiental enmarcados en lo establecido por las leyes y sus reglamentos.

2. Acopiar y sistematizar experiencias educativas -desarrolladas en el Sub-Sistema de Educación Básica del territorio nacional- que estén vinculadas con el área energética.

3. Construir y promover materiales educativos en materia energética que contribuyan con la formación de los estudiantes del Sub-Sistema de Educación Básica en sus distintos niveles y modalidades.

4. Elaborar orientaciones didácticas para el desarrollo de los proyectos educativos asociados a la temática energética.

5. Propiciar puesta en común de los proyectos con temática energética realizados por las instituciones educativas del Sub-Sistema de Educación Básica en todo el territorio nacional.

6. Promover la participación de los trabajadores de PDVSA en el Programa de Educación Energética dirigido a los distintos niveles y modalidades del Sub-Sistema de Educación Básica.

La propuesta del Centro de Investigaciones Educativa “Tebas” incluye estos objetivos como una segunda o tercera instancia (véase fases, en la Metodología), dado que conviene precisar la necesidad de detectar la conformación idiosincrásica, las actitudes y los valores, incluyendo los protovalores emergentes, de la cultura escolar venezolana, antes de proceder proactivamente a la formulación de programas difusores, sin el corpus teórico conceptual y filosófico que oriente el proceso programático.

El conjunto de objetivos copiados de la Carta de Referencia ratifican la necesidad de conformar un conjunto doctrinario y filosófico que, partiendo de la cultura venezolana, considerando los factores y el imaginario social de nuestros ciudadanos, permita identificar los valores, actitudes y conceptos insertos en nuestra idiosincrasia, antes de consolidar programas y acciones que conduzcan a la conciencia social de contribución colectiva al desarrollo sustentable y al mejoramiento de la dignidad social, con calidad de vida.

Ahora bien, la precisión de los términos de este componente teórico está en vinculación directa con el marco de una educación energética, que se construya interactivamente, mediante un modelo pedagógico participativo de formación en contexto. En consecuencia, el proceso de descubrimiento e instalación de los valores a fortalecer debe partir de una unidad elemental, como es la cultura escolar, donde se estudien los comportamientos y se encuentren las estrategias pedagógicas necesarias a una apropiada instalación de valores.

PROCESO de la INVESTIGACIÓN a desarrollar por el Tebas:

Se propone dividir el proceso de investigación en diferentes fases o etapas. En una primera etapa, se pretende conformar el corpus epistemológico que sustente a todas las etapas posteriores. De hecho, los objetivos del Programa de Educación Energética sirven de referente para atender las etapas subsiguientes, siempre sustentadas en los resultados de esta primera etapa. Esta fase inicial busca desentrañar las actitudes y valores instalados en relación al petróleo y la energía, su origen y sus efectos como “cultura minera” que define a la Venezuela posterior a 1935.

Para el Centro de Investigaciones Educativas Tebas es relevante precisar el método de investigación visto como modo de actuar corpóreo que implica una carga ética. El individuo y el grupo se relacionan, crean y producen desde esos valores que los constituyen. El Tebas es un centro de investigaciones de la Universidad Central de Venezuela, a dedicado a la interpretación de la cultura escolar; pero más que eso, es una comunidad de aprendizaje, orientada estratégicamente a la conformación del conocimiento con fines propositivos.

En este enfoque poco convencional, dado su interés por la búsqueda de alternativas funcionales, durante casi treinta años consecutivos, esta comunidad de aprendizaje ha conformado “una especie de hermeneusis colectiva, un campo epistemológico y un lenguaje común; clave, tanto para la calidad de los registros logrados y la conformación de la base de datos como para la cantidad de productos investigativos y teóricos logrados” (Rubiano, s/f. Ob.cit).

Ante esta percepción de la construcción del conocimiento (episteme) es evidente que las metodologías a utilizar en el análisis deben adaptarse a la hermeneusis propuesta. Se trata de técnicas cualitativas de variada denominación. Los textos escritos de índole literaria, científica o curricular se estudian bajo la perspectiva del análisis discursivo, cuyo fundamento teórico parte de la relación entre realidad y lenguaje (Cassirer, - Heidegger…), para reconocer la conformación de criterios cambiantes y diversos, entre las expresiones de la bibliografía o fuente primaria.

A esta fuente primaria de exploración discursiva, puede proponerse desarrollar una red de expertos y temas que contribuyan a al fomento de una cultura energética del país. Apoyarse en las Redes Sociales e internet. Este proceso, servirá de enriquecimiento académico al grupo investigador y a la manera de una investigación acción, iniciará un movimiento favorable a las discusiones sobre el tema.

El proceso etnográfico de observación directa es también una técnica de abordaje cualitativo que acompañada del estudio discursivo y complementa la información. Se trata de observar detalladamente, con una lista de cotejo, pero además, con recursos narrativos todo lo que acontece en la escuela relacionado con la materia petrolera y el recurso energético. Para ello será necesario contratar a personas encargadas de esta recopilación, aunque la interpretación de los “relatos” supone un segundo momento que la realizan el investigador y los asistentes de investigación, con el apoyo de todos os investigadores del TEBAS.

También se deben promover eventos en las escuelas relacionados con la materia, donde se incorporarían los trabajadores de PDVSA y, en especial los maestros de sus escuelas, dado que ellos, eventualmente, serían los promotores iniciales de la educación energética. Estos eventos permitirán percibir apropiadamente los enfoques, actitudes y valores relacionados con el petróleo y la energía.

La explicación de las relaciones causales sobre la idiosincrasia, el comportamiento, las actitudes y los hábitos detectados durante el arqueo biblio-hemerográfico y la observación etnográfica se realiza mediante la interacción constructiva de los investigadores del Tebas. Los datos recopilados se estudian desde diferentes perspectivas, lo cual es factible por la amplitud de información que proporcionan los registros etnográficos y los documentos revisados. Todo el corpus teórico a conformar se apoya en la interacción dialógica del equipo de investigación tebano.

Recurrimos, por lo tanto, a una mezcla de métodos, a una multimetódica, en la aspiración de que ellos puedan atender, tanto los variados niveles de complejidad como las diversas perspectivas desde la cuales se puede apreciar el fenómeno, dándole paso de esta manera a construcciones que presenten la mayor pluralidad posible de facetas y cursos de esos fenómenos. Se pretende abordar, tanto la diversidad como la complejidad, y ante la obligación de producir conocimientos, lo debemos hacer con los instrumentos y recursos disponibles, haciendo las salvedades y excusas del caso.

FASES DE LA INVESTIGACIÓN que PROPONE EL TEBAS

En principio, el Centro de Investigaciones Educativas Tebas sugiere dividir el proyecto en tres (3) diferentes fases o etapas.

Una primera fase se centrará en la elaboración de este conjunto doctrinario, conceptual y filosófico, que permita sustentar todas las actividades posteriores del Programa de Educación Energética propuesto en la Carta de Referencia.

La segunda fase se dirige a conformar un equipo interdisciplinario y transectorial que diseñe y coordine la ejecución de los diferentes programas propuestos en la Carta de Referencia (vid supra); pero este equipo debe compartir los principios rectores establecidos, acordadamente, en la primera fase (corpus epistemológico, para lo cual se propone un proceso de investigación acción participante(cambio organizacional).

La tercera fase es el diseño y elaboración de los recursos y contenidos que se incorporaran a los programas de estudio y medios de comunicación, libros de texto, multimedia, sitios WEB, etc.

SEFUIMIENTO, ACOMPAÑAMIENTO Y EVALUACIÓN.

Con esta fase, y desde el primer momento de su desarrollo, deberá realizarse un programa de seguimiento, acompañamiento y evaluación del curso de aplicación del Programa de Educación Energética

PRIMERA FASE

Se trata de un estudio (bibliográfico, hemerográfico, audiovisual, testimonial, etnográfico) del estado de conciencia y actitudes de la gente (y gobernantes, incluyendo leyes y reglamentos) en relación al petróleo y la energía, lo cual supone indagar sobre el origen de esas actitudes y la conciencia ciudadana.

En la Carta de Términos de Referencia se requiere: “Acopiar y sistematizar experiencias educativas -desarrolladas en el Sub-Sistema de Educación Básica del territorio nacional- que estén vinculadas con el área energética”.

De esto precisamente se trata, pero con un proceso investigativo que lo soporte, porque una vez concluido ese arqueo y estudio documental, se procederá a interpretar y a explicar los elementos que permitan conformar un corpus epistemológico (o conceptual) sobre la Naturaleza, imaginario y carácter de la identidad petrolera y energética en la educación venezolana.

OBJETIVO GENERAL de la primera fase

Conformar un corpus epistemológico (o conceptualización) que sirva de fundamento a las propuestas educativas en energía y petróleo (Programa de Educación Energética), a partir de la investigación exploratoria sobre las actitudes, valores y conciencia del venezolano, en relación con el consumo y la producción del petróleo, su vinculación con la naturaleza circundante, partir de fuentes bibliográficas, testimoniales y registros etnográficos.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

• Determinar el carácter y sentido que adquiere el petróleo y la energía en documentos literarios, informes científicos, divulgaciones mediáticas, currículo escolar y documentos universitarios, mediante el arqueo bibliográfico de fuentes directas e indirectas.

• Describir el comportamiento en materia de conservación y uso de los recursos energéticos en la cultura escolar, mediante el proceso etnográfico de observación sistemática en las escuelas de PDVSA.

• Identificar los factores que contribuyen al aumento indiscriminado del uso energético en la población, a fin de configurar un modelo explicativo del fenómeno.

• Conformar el corpus teórico o modelo epistemológico que identifique los valores a instalar y los protovalores emergentes a reforzar en la cultura de las escuelas de PDVSA.

SEGUNDA y TERCERA FASE

Tentativamente, puede dividirse en una segunda fase dedicada a instalar los valores del cuerpo conceptual construido en la fase anterior entre los organismos rectores de la política educativa energética.

Luego, la tercera etapa estaría destinada a elaborar un programa educativo en materia de energía y petróleo, que incluya variados proyectos (programas de estudio, libros de texto, campañas de publicidad y redes educativas y recursos digitales), apoyados en el complejo doctrinario de la primera fase, con la participación de los organismos rectores organizados a partir de la segunda fase. En consecuencia, procura un enfoque recíproco y de complementariedad, sustentado en una investigación acción participante, que promueva la instalación y reforzamiento de valores emergentes, como producto de la contribución colectiva, al ámbito nacional.

SEGUNDA FASE

Se trata de propiciar la conformación de una cultura integrada, si no de consenso, al menos acordada, en materia educativa sobre energía y petróleo. Es evidente que el fundamento de esta estrategia de aprendizaje se relaciona con el concepto de la formación como un proceso participativo, y no circunscrito a la escuela o la universidad en exclusiva, donde tienen particular importancia los entes gubernamentales que dirigen la política, cuyos horizontes deben ser compartidos, para integrar esfuerzos y evitar los arranques aislados y el voluntarismo.

En el Programa de Educación Energética presentado en la Carta con los Términos de Referencia se solicita:

Asesorar al ente rector en materia educativa en la elaboración de políticas, programas, planes y proyectos relacionados con el área de la energía desde el enfoque de “Plena Soberanía Energética” y con una visión de responsabilidad social ambiental enmarcados en lo establecido por las leyes y sus reglamentos (vid supra).

La diferencia sustancial en la concepción de esta etapa está en nuestra certidumbre sobre la intervención de varios sectores gubernamentales en la conformación de un programa educativo para la instalación de valores y reforzamiento de comportamientos emergentes en la materia. Por ejemplo, un programa de esta naturaleza debe afianzarse mediante mensajes mediáticos dirigidos a diferentes poblaciones meta; debe orientar el curso de los diseños curriculares de todas las escuelas básicas, pero también supone el reforzamiento de valores emergentes en las diferentes Misiones sociales. También requiere de la intervención de las universidades, donde se desarrollarán las políticas de investigación en la materia, la docencia en carreras afines al tema y la extensión o servicio social comunitario de todos los estudiantes de niveles superiores.

Pues bien, la conformación de este equipo multisectorial y transdisciplinario, constituido por miembros de las varias organizaciones dirigentes de la gerencia en materia de educación energética y petrolera incluye el seguimiento mediante un proceso de investigación acción participativa. Se trata de la atención directa a los disensos y consensos sobre la relación del hombre con la naturaleza, si de continuidad o de oposición, que reflejan las actitudes, los comportamientos y los valores subyacentes entre los integrantes de estos organismos, con el fin de identificar sus cercanías y sus distancias con relación al corpus epistemológico conformado en la primera fase y propiciar encuentros de ideas e instalar o reforzar los valores emergentes.

El producto final debe ser un equipo rector integrado por diferentes personas que representen los variados entes gubernamentales, preferiblemente coordinado por varias instancias, con las competencias para identificar situaciones contradictorias, estudiar alternativas, elaborar propuestas de interacción participativa y asesorar, supervisar e integrarse a otros grupos de trabajo que ejecuten dichas propuestas, con el propósito de producir los cambios necesarios en nuestra cultura escolar (primera instancia), familiar (segunda) y social (tercera).

Al precisar aspectos de la segunda fase, se percibe el interés en ampliar la hermeneusis tebana de investigación a otros niveles, identificados como entes gerenciales de la política educativa, con la finalidad de instalar los valores pertinentes y afianzar los protovalores emergentes, definidos previamente por el corpus epistemológico construido en la primera fase.

OBJETIVO GENERAL de la segunda fase

Conformar un equipo interdisciplinario y multisectorial, que gestione coordinadamente la política de educación energética y petróleo, mediante la participación de diferentes sectores involucrados en la materia y orientados por el corpus epistemológico conformado en la primera fase.

OBJETIVOS ESPECIFICOS

• Precisar el enfoque conceptual y el desempeño gerencial del personal directivo de las instituciones regentes de la política de educación energética y petróleo, en sus actitudes, comportamientos y valores en torno a la materia.

• Analizar este enfoque conceptual y el desempeño gerencial de este personal directivo, en términos de su concordancia con el corpus epistemológico conformado en la primera fase.

• Explicar los factores que inciden en el enfoque conceptual y el desempeño gerencial de los directivos de las instituciones en estudio, tomando en cuenta la misión organizacional.

• Determinar los cambios que se producen en la concepción epistémica de la cultura minera del equipo gerencial en conformación, mediante el desarrollo de la interacción dialógica y la integración de esfuerzos.

TERCERA FASE

Como se ha propuesto, la tercera fase procura un enfoque recíproco y de complementariedad, sustentado en una investigación acción participante, que promueva la instalación y reforzamiento de valores emergentes, como producto de la contribución colectiva al ámbito nacional. Ello supone el trabajo coordinado del equipo gerencial conformado en la segunda fase, que se orienta por el corpus epistemológico definido en la primera etapa.

En el Programa de Educación Energética mencionado en la Carta de Términos de Referencia se especifica:

“Construir y promover materiales educativos en materia energética que contribuyan con la formación de los estudiantes del Sub-Sistema de Educación Básica en sus distintos niveles y modalidades.

Elaborar orientaciones didácticas para el desarrollo de los proyectos educativos asociados a la temática energética.

Propiciar puesta en común de los proyectos con temática energética realizados por las instituciones educativas del Sub-Sistema de Educación Básica en todo el territorio nacional.

Promover la participación de los trabajadores de PDVSA en el Programa de Educación Energética dirigido a los distintos niveles y modalidades del Sub-Sistema de Educación Básica”. (Vid supra)

De hecho, otros proyectos, además de los mencionados, pueden surgir del trabajo integrado del equipo gerencial conformado en la segunda fase. No hay limitaciones de proyección, solamente se rigen por la difusión e instalación de los valores deducidos del corpus epistemológico construido en la primera etapa.

En esta tercera fase se propone que el Centro de Investigaciones Educativas Tebas se transforme en una unidad de asesoría y seguimiento del equipo gerencial conformado en la segunda etapa. Para tomar las decisiones pertinentes, el equipo gerencial requerirá de evaluaciones sistemáticas, que proporcionen información, desde una perspectiva no institucional, sobre el curso de los proyectos en ejecución. Esta investigación evaluativa nutre al equipo gerencial, retroalimenta su propio funcionamiento y permite la reprogramación de proyectos institucionales en curso o la formulación de nuevos proyectos.

Se trata de dos niveles diferentes de determinación de efectividad del Programa de Educación Energética. Por una parte, el equipo gerencial interdisciplinario y transectorial requiere de la información precisa sobre su propio funcionamiento, en términos de coordinación y avance en los cambios organizacionales; conviene que este seguimiento se realice por medio de una institución externa, como el Tebas, que no responde a los intereses institucionales de cada uno de los miembros del equipo gerencial, con la deliberada intención de disminuir el sesgo intencional. Se trata de un proceso sistemático de consultoría y asesoramiento, que coadyuve a la transformación hacia una gerencia participativa.

Pero además, la apropiada gestión del equipo regente de la política depende a su vez de la efectividad de los proyectos desarrollados por cada sector, para lo cual conviene el seguimiento o evaluación formativa y sistemática que se corrobora con datos cuantitativos, pero, especialmente, mediante la interacción constructiva que proporciona indicios cualitativos sobre los proyectos en ejecución. De esto se trata la “puesta en común” sobre los avances de los proyectos en ejecución, que permitirá intercambiar logros y fortalecer debilidades en un proceso de interacción constructiva, detrás del cual los investigadores tebanos conforman el informe evaluativo.

Todo ello se refuerza con la elaboración de materiales educativos, que sirvan de orientación al currículo escolar, a la actualización docente, a la formación de los alumnos del nivel universitario en carreras afines a la materia, así como a otras instituciones que requieran el apoyo sobre la conceptualización o corpus epistemológico construido en la primera etapa.

OBJETIVO GENERAL de la tercera fase

Determinar el impacto y los efectos producidos por el Programa de Educación Energética, formulado a partir de un modelo operativo y gerencial de interacción interdisciplinaria y transectorial.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

• Evaluar la efectividad del equipo gerencial interdisciplinario y transectorial que diseña y coordina las estrategias para la ejecución del programa de educación energética y petróleo, tomando en cuenta los principios y propósitos que se definen en el corpus epistemológico (primera fase), así como el aporte de cada uno de ellos, en función institucional.

• Precisar el alcance de los proyectos ejecutados mediante el modelo operativo de interacción dialógica y coordinación interinstitucional, a través la evaluación sistemática del cambio en la cultura escolar.

PÁGINA PARA USO EXCLUSIVO DEL TEBAS

RECURSOS REQUERIDOS

No es posible calcular costos totales del proyecto de investigación en sus tres fases sin datos (véase preguntas).

Además, conviene precisar que este es un proyecto flexible, cuyos resultados parciales (1. corpus epistemológico, 2. modelo gerencial y 3. modelo operativo) suponen nuevas demandas, que involucran diferentes instancias e instituciones.

Antes de seguir adelante debe firmarse una CARTA DE INTENCIÓN. Luego el convenio de trabajo - investigación debe redactarse en términos legales y notariarse.

PRIMERA FASE (solamente).

Costo del diseño del PROGRAMA DE EDUCACION ENERGÉTICA a ser realizado por el conjunto de los investigadores del TEBAS.

Costo HORA – tareas:

- Un (1) Investigador Responsable del proyecto, integrante del Tebas, cuya calificación mínima debe ser de doctorado en educación, con experiencia en investigación.

- Dos (2) Asistentes de investigación, para la coordinación de las dos áreas del proyecto: en materia bibliográfica y en la etnográfica.

-Cuatro (4) Auxiliares de investigación para la observación etnográfica y su trascripción, a desarrollar durante esta primera fase, en las escuelas de PDVSA.

Nota:

• Hay que calcular el número de horas de los estudios etnográficos y documentarlo apropiadamente al igual que entrevistas

• Para eventos se propone la modalidad de las Ventanas. Es una metodología probada por Tebas que ha dado buenos resultados, para extraer entrevistas y encuestas que permiten hacer estudios. Y el evento es muy motivante.

• Para gastos de viaje, es importante saber ubicación de las escuelas.

PREGUNTAS FINALES.

• ¿La propuesta de PDVSA está dispuesta a financiar, al menos en parte, las tres fases? ¿o esto debe llevarse a una instancia superior?

• ¿Cuántas escuelas estarían involucradas en el proyecto? ¿Qué cantidad de personal docente y directivo?

• ¿Se seleccionarán los docentes y los directivos o se propone un programa global, para trabajar con todo el personal de las escuelas de PDVSA?

• ¿Hay el permiso de ingreso a las escuelas de PDVSA para levantar el registro etnográfico de la primera etapa?

• Dado que este proyecto puede circunscribirse solamente al sector educativo de PDVSA, ¿Otras direcciones de la Empresa estarían dispuestas a conformar el equipo gerencial?

• ¿Es posible asegurar que los directivos participantes en la segunda etapa sean siempre los mismos, para asegurar la continuidad en la instalación del corpus epistemológico?

• ¿Cuáles son las necesidades “temporales”?. ¿Es decir, en cuánto tiempo se aspira tener resultados, al menos de la primera y segunda fase?

• ¿Tiene la disposición PDVSA de delegar la coordinación del equipo gerencial en una junta directiva, si eso es lo decidido en la interacción dialógica de la segunda fase?

• ¿Quién es el interlocutor inmediato del Tebas?

• ¿Se requiere del cálculo presupuestario total o debe hacerse por cada etapa?