Lo que se inicia aquí es una aplicación directa de los métodos formalista e iconológico a las telas seleccionadas, con el fin de realizar una hermenéutica de las imágenes. Dicha labor hermenéutica no es el fin de la investigación, sino lo que nos aporta el material para poder elaborar finalmente una estética escolar.
Los pasos a seguir son:
1- Una primera descripción formalista de toda la tela. Lo que encontramos aquí: disposiciones espaciales, selección de colores, tipos de composición, etc., no tiene como fin encuadrar la tela en un estilo pictórico de una época determinada, sino apreciar aquellas características que pueden ser vistas a posteriori como símbolos y la manifestación de algún valor, al menos estético.
2- Selección de objetos relevantes de cada tela para su análisis iconológico particular. Nos interesa principalmente estudiar los que se repiten en diferentes telas. Este análisis comienza por cada objeto singular, y se hará el de las telas completas como se especifica en el punto 6.
3- Explicitación de lo encontrado en el ámbito de la expresión de valores.
4- Comparación con registros etnográficos, entrevistas o encuestas, en los casos en que se encuentre paralelismo en la expresión de valores.
5- Análisis iconológico y formalista contrastado entre los objetos que se repiten y los que se relacionan en significado pero varían en forma (ej., un árbol como expresión del conjunto de los valores y un barco con el mismo significado).
6- Conclusiones generales sobre lo hallado en las telas completas analizadas.
7- Una vez encontrado un patrón hermenéutico, señalizarlo y añadir casos de otras telas, o de otros materiales que servirán para la investigación. El primer objeto simbólico elegido para la consideración es el árbol, porque es un ítem elegido con frecuencia por los docentes para representar el conjunto de los valores.
Esta es la primera tela que usaremos como ejemplo del trabajo a seguir. Fue elaborada en un evento Ventana Santillana, en Puerto Ordaz.
Esta es la primera tela que usaremos como ejemplo del trabajo a seguir. Fue elaborada en un evento Ventana Santillana, en Puerto Ordaz.
• Tema: "Los valores".
• Materiales: Pintura al agua y marcadores sobre tela.
• Tipo de composición: Plana.
• Posición de las figuras en el espacio: Las figuras están recortadas sobre el fondo blanco (sin pintar). La composición sigue la forma de una 'x'. Pero el lado inferior izquierdo, que es el que soporta más peso visual, está vacío, mientras que el inferior derecho tiene un elemento (árbol) considerablemente pesado visualmente. La composición se iría completamente hacia abajo si no fuera por el sol que sostiene visualmente al árbol desde el ángulo opuesto. En efecto, el sol en amarillo anaranjado es visualmente pesado, no sólo por el color sino por su posición en el plano. Por otro lado, tenemos un elemento central en la composición que funciona como eje visual (los dos niños) y es el centro de todo el diseño, el lugar donde primero se posa la vista. La flecha roja invita a recorrer los demás elementos para terminar en una espiral ascendente en el sol. Las palabras están integradas siguiendo el ritmo generado por los objetos.
• Movimiento: Se produce un movimiento en espiral ascendente a partir de los niños, y uno diagonal descendente desde el sol hasta el árbol. Si no estuviera la flecha que invita a iniciar el recorrido, probablemente el recorrido visual viajaría por la diagonal y obviaría los elementos del ángulo superior derecho.
• Colorido: Los colores son planos, intensos. Aparecen los tres primarios, dos secundarios (no hay violeta) y un terciario. Pocas mezclas y degradación de valores. Colores propios de libros para niños.
• Iluminación: No hay ningún elemento que indique claridad, ni sombras. El sol es un objeto más, que no proyecta luz, y los objetos, por lo tanto, están coloreados con idéntica intensidad en toda su extensión y no producen sombras.
• El árbol, como objeto particular para el análisis, lo analizaremos aparte, a continuación.
• El árbol, como objeto particular para el análisis, está situado en el extremo inferior derecho de la composición, en equilibrio con el sol del extremo opuesto. Es el único objeto tratado con texturas y cierto volumen.
• Tiene una copa en forma de nube verde proporcionada. No obstante, dicha copa resulta pesada con respecto al tronco porque fue tratada pictóricamente como una masa sin suficiente aire entre las hojas y en el contorno. Además está extrañamente inclinada hacia la derecha. Del lado que sube cae una fruta. Las raíces son poco visibles, pero se atisban. Y hay algunas flores alrededor.
• Siguiendo su contorno aparecen las claves lingüísticas de su significado: “respetarlo”, valores “ecológicos” y “relación permanente”.
• En este caso, el árbol es usado para representar ‘la naturaleza’ como preservable porque es buena (nos da fruto: la manzana) y bella (escribieron “estéticos” y “belleza” al lado del árbol).
• Las texturas y el volumen acentúan su significación como ‘lo vivo’, lo que tiene que ser respetado como entidad única. Es de notar que resulta más animado y real que los niños, aún cuando ellos son el centro de la composición y los sujetos del relato.
• La inclinación de la copa podría indicar el movimiento que conduce a la producción de un efecto: dejar que el fruto caiga. Este hecho así representado hace, de nuevo, referencia a la vida, a lo animado, a lo móvil. El árbol como ser vivo que interactúa con otros seres vivos, como nosotros y las flores que lo rodean. Por eso debe ser respetado.
• Es fácil entender el sentido simbólico de este árbol, porque los autores lo acompañaron con los nombres de los valores representados: valores ecológicos que producen, y a veces devienen en valores éticos, como el RESPETO a lo otro que no soy yo. Y en una analogía interesante añaden que los valores “nos permiten crecer”, lo cual también es simbolizado por el árbol (crecimiento hacia lo bueno, hacia arriba, hacia la luz alimenticia, desde la profundidad de la oscuridad donde se hunden las raíces).
• Además este árbol nos enseña a ser ‘productivos’ y ‘generosos’, nos entrega y produce su fruto con un gesto de ‘bondad’ (inclinar la copa en ese lento y equilibrado movimiento, como si de un rostro humano se tratase. Recordemos la inclinación de los rostros clásicos de las madonas que representan icónicamente una actitud comprensiva y bondadosa).
• El fruto que se desprende parece una manzana, el más arquetípico de los frutos (recordemos el jardín de las Hespérides con sus manzanas de oro, esperando por Hércules, y el árbol bíblico primigenio del jardín de Edén) El árbol de manzanas bíblico se llamaba del conocimiento de lo bueno y lo malo, y nos hace pensar en la dialéctica de lo bello y lo bueno, en el paso bidireccional de lo estético a lo ético y la relación de ambos con el conocimiento como valor epistémico.
Nota: En el trabajo definitivo cada uno de estos comentarios irá fundamentado, explicado y con bibliografía. Pero por ahora creo que si el método es de carácter inductivo, la tarea debe ser reunir todo este material a partir de las pinturas.
Cita tomada de un registro etnográfico analizado por Víctor: HR0920 PSE EC00022 RE FH26101999 1055 GR4A3 “Bello” como único calificativo de valor estético. Confrontación de valor estético y ecológico (bello pero dañino)
• “Había una vez un árbol que estaba rodeado de plantas muy bellas y tenía muchos colores un día pasaron unos niños y arrancaron una hoja muy bella y se la enseñaron a su madre la madre le dijo hay que bella hoja, Martín de donde arrancaste esa bella hoja y Martín le respondió del jardín mamá su madre le dijo, porque Martín hiciste eso tu sabes que eso es dañino, la naturaleza debemos de cuidar y amar porque son las que adornan nuestro paisaje”.
Considero que ambas expresiones (pictórica y lingüística) están muy relacionadas y manifiestan valores comunes. Podríamos resumirlo así:
- Destruir lo bello es malo: no es la destrucción por la destrucción misma como opuesta al construir o crear lo que es malo, sino el aniquilamiento de lo bello, lo que se construye como valor aquí. Por ello estamos ante una identificación de belleza y bondad al estilo arquetípico platónico. También aparece la “protección de lo bello” como valor ecológico.
- Proteger lo bello por motivos estéticos es bueno: No se puede destruir la naturaleza porque es bella, porque adorna. Podemos apreciar el desplazamiento de un valor hacia otro. En efecto, lo bueno es ‘proteger’ pero el motivo es puramente estético: porque es bello. Es decir la belleza es intrínsecamente digna de ser protegida.
- En la imagen podemos apreciar la representación de otros valores como: el respeto (esto está en ambos), la productividad, la generosidad, el crecimiento hacia el bien y hacia el conocimiento.
Nota: Yo no veo aquí una confrontación entre un valor estético: lo bello y un valor ecológico: cuidar la naturaleza (porque es bella, porque adorna). Más bien considero que están tan enlazados que la naturaleza de uno conduce a la del otro, y se produce una especie de dialéctica entre ambos. Tampoco me parece que se pueda inferir del texto: “bello pero dañino”. Al contrario, dañino es destruir lo bello.