Resumen: Este proyecto tiene como propósito indagar en los recursos icónicos y frases comunes, utilizados reiteradamente en los ambientes escolares venezolanos. Un ambiente de aprendizaje como el aula es un tipo de ecosistema donde el niño pasa un promedio de cuatro horas diarias. Decimos ecosistema porque se trata de un ambiente estructurado donde un profesor interactúa con los estudiantes y todo en el aula colabora con el aprendizaje. Los elementos físicos que se organizan, estructuran o agolpan en las paredes, los pizarrones llenos de imágenes o símbolos, los estantes repletos de libros e instrumentos para escribir, colorear, modelar; todo ese pequeño universo interactúa con el niño que, por un tiempo, crece, se construye, y desarrolla en esa interacción. Las paredes del aula no son un simple telón de fondo para las actividades escolares, son parte activa del proceso de aprendizaje. La función de las imágenes que cubren los espacios del aula, no es simplemente didáctica, es también estética, vinculada con la formación artística pero sobre todo moral de los niños.
En efecto, los elementos explicativos que los profesores eligen para colocar en el ambiente educativo se convierten en instrumentos eficaces para enseñar geografía, historia, matemáticas… pero también, y principalmente, en valores. Es decir, además de su función pedagógica, también ejercen una función normativa. De ahí la importancia de estudiar y entender el mensaje subyacente en estas expresiones visuales, así como determinar el conjunto de valores, estereotipos, disposiciones afectivas, etc., que se transmiten a los niños, y realizar el ejercicio de tipificación de los datos; para poder descubrir cuál es la estética escolar dominante en nuestro país, y pensar qué elementos sería deseable introducir o cambiar en tal estética para fomentar la construcción de nuevos valores, si eso se estimara necesario.
• Investigadores: responsable y asistentes
Investigador responsable: Lic. María Guadalupe Llanes.
• Líneas de acción:
A-Trabajo relacionado con la obtención y procesamiento de los datos:
1-Recolección de datos:
a- Encuestas realizadas a docentes en todo el país.
b- Revisión de registros etnográficos realizados en distintos proyectos de Fundatebas.
c- Recopilación de materiales visuales hechos por docentes.
d- Selección de imágenes de los textos escolares.
2-Procesamiento, clasificación de datos:
A - Procesamiento de todo el material mediante la utilización de recursos informáticos para la interpretación cualitativa y cuantitativa de los datos.
B – Acción interpretativa:Aplicación de los métodos elegidos para la hermeneusis que conducirá a una descripción de la estética escolar en Venezuela.
C- Investigación teórica, que acompañará cada paso anterior.
Este tema ha sido muy poco estudiado en América Latina. Conocemos un caso en Argentina de un trabajo titulado: Las paredes del aula. Un estudio del espacio dispuesto por docentes y alumnos/as en la escuela primaria. A cargo de Gabriela Augustowsky. En la revista Arte, individuo y sociedad, nº15, 2003.
Y, por supuesto, todas las investigaciones llevadas a cabo por Fundatebas en el marco de la línea de investigación en la cual se inserta este proyecto.
La Estética escolar en Venezuela, es un proyecto destinado a encontrar en las imágenes que ocupan los ambientes escolares: las paredes de las escuelas, los corchos informativos, los textos escolares, etc., los íconos que representan aquellos valores que se construyen en el aula. La hermenéutica de tales imágenes simbólicas deberá conducirnos a entender la ética que funciona en el medio escolar y deberá mostrarnos la clave para mejorar el sistema representativo de los docentes con el fin de ajustarse a los nuevos valores. Esta investigación está limitada a nuestro horizonte geográfico: Venezuela, y a nuestro tiempo: finales del siglo XX hasta principios del XXI.
No obstante, esperamos que los resultados obtenidos sean aplicables a otros docentes de otros países latinoamericanos.
Objetivo General: Esta investigación tiene como objetivo general la realización de un trabajo hermenéutico a partir de la expresión formal, simbólica y axiológica de las imágenes producidas por la actividad de los docentes en Venezuela, que conduzca a la elaboración de una Estética escolar capaz de mostrar los valores que se construyen en nuestras aulas.
Objetivos específicos: cada uno de los pasos que nos conduzcan a la obtención del objetivo general.
a) Reunir todo el material gráfico que está ya a nuestra disposición y organizarlo en una base de datos que permita manejar ese volumen. Se alimentará al programa Atlas Ti.
b) Reunir la información escrita que sea pertinente para nuestra investigación, en las encuestas realizadas por Fundatebas en los eventos Ventana-Santillana.
c) Revisar los informes del proyecto: “Ética y valores en el ambiente escolar. Un análisis hermenéutico sobre los valores puestos en práctica dentro del aula”, que adelanta Víctor García.
d) Búsqueda de las primeras categorías, tipicidades y frecuencias procedentes del registro escrito proveniente de las fuentes especificadas. Introducirlas en el Atlas-ti.
e) Interpretación formalista de las imágenes para encontrar tipicidades visuales que son expresión de valores estéticos. Ésta es la interpretación estética.
e-1) Comparar con la información escrita recabada y determinar relaciones entre las tipicidades visuales y las de los registros escritos.
f) Interpretación iconológica para encontrar tipicidades simbólicas que expresan valores éticos, estereotipos, disposiciones afectivas, etc. Ésta es la interpretación subjetiva.
f-1) Trazar el origen de algunos de ellos. Ésta es la interpretación cultural.
Con estas tres interpretaciones: estética, subjetiva y cultural, tenemos una visión teórico-metodológica de la hermenéutica de la imagen. Esto se explica más ampliamente después.
f-2) Comparar con los registros escritos y determinar las relaciones entre las tipicidades simbólicas y las encontradas en los registros escritos.
g) Se evaluarán los efectos de estas presencias y sus reiteraciones y se propondrán cursos estéticos alternativos, si ello fuera posible y/o necesario. Todo lo cual se espera que sea útil, entre otras cosas, para el diseño de textos escolares y otros materiales similares.
En esta investigación el proceso de búsqueda de resultados procederá de manera no convencional. No trataremos de ver los datos desde teorías apriorísticas, más bien nos proponemos realizar la investigación en un movimiento dialéctico, que partiendo de los datos, las imágenes producidas por los docentes, nos conduzca a estadios teóricos que vayan completándose de nuevo con las imágenes hasta llegar a una hermenéutica verdaderamente basada en la evidencia. Las teorías existentes, lejos de funcionar como fundamento de la investigación, servirán como contexto. La teoría generada por nuestro estudio emergerá de la constante comparación entre similaridades y diferencias. Éstas producirán categorías y sus propiedades, que provendrán, entonces, de los datos. En efecto, nos parece preferible, que las categorías emerjan de la data en estudio, más bien que a partir de un conjunto de principios basados en teorías aceptadas. Por eso, al inicio de la investigación ignoraremos toda la literatura del área de estudio, para que las categorías emergentes no estén contaminadas, dando así la oportunidad a la imagen de mostrar todo su poder estético transformador de valores. Luego, a partir de estas categorías emergentes, construiremos un conjunto de categorías cada vez más abstractas hasta proponer una teoría aplicable a más de un grupo social. Dentro de este proceso de creciente abstracción, se examinará el contexto literario sobre el tema y se harán las conexiones pertinentes. Ahora explicaremos un poco más detenidamente esta introducción a la metodología.
En primer lugar debemos enfatizar la naturaleza de los datos de que se parte en esta investigación (variables que actúan de forma compleja y que interactúan como una unidad o caso que produce determinadas respuestas a las preguntas que originan la investigación). Se trata de representaciones visuales pintadas o dibujadas sobre diferentes soportes, realizadas por docentes. Dichas obras, a veces, van acompañadas de textos que en algunas ocasiones explican el significado de los signos visuales escogidos para ilustrar el tema seleccionado, pero que en otras oportunidades no lo explican. Estas telas informativas son el punto de partida de la investigación, pero iremos añadiendo otros recaudos como: imágenes de textos escolares, cuadernos de los estudiantes, fotografías de aulas de clase y carteleras, incluso detalles sobre la indumentaria de los docentes.
Consideramos cada obra de los docentes como una unidad semántica, donde a un significante corresponde más de un significado. Y a cada uno de tales significados debemos aplicar un método distinto de aprehensión. Como asevera la antigua expresión escolástica: “a cada modo de ser corresponde un modo de conocer”.
Seguiremos los parámetros que propone la denominada “Grounded theory” (John Stuart Mills y otros). Se desarrolla a posteriori, inductivamente, desde un corpus de datos hasta la teoría. Y mediante el permanente ejercicio de comparación, es decir, buscando las causas necesarias que los datos tienen en común y la clave de las diferencias entre los casos. Para ello abordaremos, en primer lugar, las imágenes haciendo un estudio Hermenéutico, junto con uno Formalista y uno Iconológico.
Una visión teórico-metodológica de la hermenéutica de la imagen se obtiene a partir de tres tipos de interpretación, según Diego Lizarazo :
-“La interpretación estética de la imagen. Aproximación a las rutas y dispositivos de interpretación de la imagen estética desde el marco de algunas de las teoréticas más fecundas sobre su valoración plástica y semántica (por ejemplo Panofsky (1979), Mukarovsky (1977) o Gombrich (1979))”
-“La interpretación subjetiva de la imagen. Aproximación a los planteamientos de interpretación de la imagen desde la dinámica de los procesos subjetivos especialmente en el marco de la hermenéutica psicoanalítica (por ejemplo Ricoeur (1970) o Baudry (1970))”
-“La interpretación cultural de la imagen. Aproximación a la visión de la interpretación cultural de las imágenes en el horizonte de la mirada etnológica y antropológica, centrada especialmente en la dimensión ritual y mística de la imagen (por ejemplo Eliade (1979) o Campbell (1991))”
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1 Diego Lizarazo, Proyecto de investigación: Exploración conceptual para una hermenéutica de las imágenes.
Estamos de acuerdo con este planteamiento pero para nuestro trabajo haremos unas ligeras modificaciones conceptuales: La interpretación cultural será para nosotros una interpretación simbólica desde autores como Panofsky y Cassirer, que tomará en cuenta, por supuesto la mirada cultural, etnológica y antropológica, pero no se quedará ahí, sino que incluirá la visión subjetiva propia del análisis psicoanalítico. El trabajo hermenéutico, unificador y metabolizador de los demás procesos metodológicos, acompañará todo el proceso y tendrá un momento final sintetizador.
Tanto para Diego Lizarazo como para nosotros, estas tres interpretaciones no están aisladas unas de las otras, sino que se relacionan entre sí; lo cual permite que se produzca el paso de una visión inmanentista de las imágenes como formas en sí mismas, a una perspectiva hermenéutica que las interprete como actos culturales. Una hermenéutica de la imagen exige, no excluye, la construcción iconográfica e iconológica del universo icónico en el que se encuentra. Así como una previa revisión formalista-fenomenológica. Por lo tanto, las teoréticas sobre la valoración plástica y semántica de la imagen estética que elegimos para esta investigación son: el formalismo y la iconología.
Pero, la teoría y el método de Panofsky (iconología y formalismo) tienden a olvidar la investigación histórica, “el análisis de las fuentes y la reconstrucción de los documentos visuales y lingüísticos que constituyen el marco intertextual que puede nutrir las interpretaciones”, porque se concentran en la interpretación de la imagen en sí misma. El riesgo que corre una interpretación formalista es convertirse en una visión personal de un intérprete. La hermenéutica permite encontrar las interconexiones y dependencias, como diría Mukarovsky, entre los caminos de la vida histórica que se cruzan en la imagen. Por ello, insistimos en completar los estudios formalista e iconológico con una aproximación hermenéutica para realizar nuestra investigación.
El formalismo nos conducirá a la obtención de valores estéticos como por ejemplo: belleza, fealdad, deformidad, originalidad, etc. El estudio iconológico de las imágenes nos permitirá descubrir los valores éticos (participación, dignidad, colaboración, cooperación, etc.) que están ahí como significados simbólicos añadidos a la imagen, la cual es un signo estético, y que al mismo tiempo la determinan y constituyen propiamente como otro tipo de entidad: una simbólica, con la capacidad para remitir más allá de su materialidad.
Para descubrir el mensaje simbólico, o connotación, del signo estético hay que tener en cuenta en primer lugar el mensaje lingüístico (si lo hay) que lo acompaña (las leyendas, el asunto, la anécdota) Aquí nos será muy útil la información que se ha recopilado en forma de registros etnográficos, durante años, en Fundatebas y que está siendo clasificada, ordenada y analizada en el proyecto “Ética y valores en el ambiente escolar. Un análisis hermenéutico sobre los valores puestos en práctica dentro del aula”, que adelanta Víctor García. Así como los propios mensajes escritos que acompañan a las imágenes. También hay que considerar el mensaje literal de la imagen o su denotación, es decir, los elementos reales con que se trata el asunto (figuras, formas, color) para lo cual hemos utilizado el método formalista. Entonces ya tenemos los elementos para buscar el mensaje simbólico que, como dijimos, hace referencia a valores éticos, culturales y afectivos.
Paralelamente, como trabajo metodológico inter-métodos, estaremos haciendo síntesis hermenéuticas. Esto nos permitirá ‘inventar’ un primer conjunto de lo que el profesor Esté denomina ‘proyecciones metodológicas’ o categorías. Las categorías nos conducirán a una primera teoría que (siguiendo los lineamientos de la ‘grounded theory’) compararemos con nuevos datos hasta encontrar una ‘teoría general’ de la estética escolar venezolana. El programa Atlas-ti será una de las herramientas informáticas que utilizaremos en el proceso de investigación.
Veamos ahora, con más detalle, cada una de estas metodologías.
Tiene su origen en la crítica del juicio de Kant. Esta teoría y su método tuvieron mayor influencia que las demás en la interpretación de la historia del arte y en el análisis de la obra de arte.
Kant distingue, en su Crítica del juicio, entre ‘sentimiento’ y ‘representación’. Sobre el ‘sentimiento’ explica que todo placer sensible individual tiende hacia un fin, no obstante, considera que el placer estético es más bien una finalidad sin fin. Con esto quiere decir que el placer estético no atiende más que a la representación pura, que no tiene en cuenta a ningún concepto. A partir de esta distinción, Kant realiza otra entre lo bello libre y lo bello dependiente. A la esfera de la crítica pura del juicio pertenece la pura representación y ésta es lo bello libre. Al ámbito de la obra de arte corresponde lo bello dependiente, que precisa de contenidos ajenos a lo estético, como las ideas de perfección y de comparación, para afirmarse. El problema, que se origina por causa de esta característica del mundo de la representación artística, es la confusión que surge por el exceso de conceptos y fines propio del ámbito del sentimiento en el cual queda confinado el arte. Para solucionarlo hay que liberar a la obra de arte en lo posible de los contenidos extra estéticos. Esto se consigue, dice Kant, atendiendo únicamente a las “relaciones formales” de la obra de arte. Entendiendo por “relaciones formales” las de coherencia y unidad que otorga la propia forma.
Es pertinente aquí aclarar la idea con un comentario de Marchán Fiz:
“La conducta estética remitía, ante todo, al sentimiento de placer que suscita el objeto a través de su forma. Esta alianza con la forma no conduce a eliminar, cuando los haya, los ingredientes extraestéticos, como sean los inherentes a los conceptos o a la representación artística de los objetos con todas sus adherencias cognoscitivas, ideológicas, utilitarias o prácticas, pero sí a proclamar que, desde la perspectiva de Kant, no constituyen lo estético y que, en todo caso, tiene que supeditarse a un principio, a una predominancia estética, es decir, a organizarse según las exigencias de la coherencia y la unidad que confiere la propia forma…”
El “formalismo estético” no ha cambiado desde que Kant lo definió con expresiones como: “placer nacido de la reflexión sobre la forma de las cosas”, y la representación del objeto como “percepción reflexionada” y añadía que la forma despierta y mantiene “la atención sobre el objeto mismo”.
Por supuesto, Kant no se ocupa de lo concreto de la obra de arte, pero los formalistas aplicaron sus principios de manera específica. Es propio de esta metodología el clasificar las obras de arte según estilos, escuelas, tipos, corrientes y tendencias; a partir de la consideración de los valores formales y su relación en la obra.
El primer teórico del formalismo y fundador de la escuela de Viena fue K. Fiedler. Y otros seguidores famosos de la teoría son Von Hildebrand, Riegl, Dvorak, Wölfflin y Wörringer (Abstracción y naturaleza) etc.
Los formalistas desarrollaron métodos diferentes, pero podemos hacer un intento de construir un esquema sintetizador de todos ellos, como lo hace Jesús Viñuales , reuniendo la mayor cantidad de valores formales para poder comentarlos en la obra que estemos analizando:
-1- “Primero se fijaría en el tema (no como contenido, sino como valor formal que sirve de soporte a una composición). Y lo mismo al tipo de arte utilizado (arquitectura, pintura, etc.)”
-2- “Después observará el tipo de composición (plana, bidimensional, tridimensional; clases de perspectivas: centra. Oblicua, ortogonal, etc.)”
-3- “Examinará la posición de las figuras en el espacio (tamaño en un paisaje; o interior, en primer plano, o segundo, etc., a la derecha, centro o izquierda). Equilibrio (personajes fundamentales en el centro, a la izquierda; pesantez de las figuras a la derecha)”
-4- “Movimiento. Estatismo. Riqueza de volúmenes o de movilidad. Retorcimiento. Linealidad. Etc.”
-5- “Colorido. Colores planos, esfumatos, destacando o acentuando los volúmenes. Colores cálidos o fríos (los cálidos acercan, los fríos alejan), relación con la composición o con el propio tema o asunto, etc.”
-6- “Iluminación. Claridad-oscuridad. Clases de luz y cómo interfieren en el movimiento-estatismo, en la pesantez o ligereza, etc.”
-7- “Hecho esto, podemos comenzar a interpretar la obra conforme a unas categorías (lineal, cerrada, oscuridad-pictórica, abierta, claridad). O bien podemos observar la edad en que situaríamos la obra: experimental, clásica, barroca, etc.”
-8- “Podremos relacionar estas formas concretas con modelos o formas culturales (absolutismo-feudalismo, burguesía-capitalismo, voluntad de dominio-esclavismo, federalismo-centralismo, civilización urbana, campesina, etc.). De esta manera, exagerando, podremos interpretar toda la historia del arte como un conjunto de constantes, estilo, etc. en uno de cuyos momentos se inserta tal obra determinada”.
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2 Jesús Viñuales, El comentario de la obra de arte, Madrid, UNED, 1986.
La teoría acerca de las formas simbólicas del filósofo neokantiano Ernst Cassirer, dio lugar a la metodología denominada iconología. Para Cassirer no existe ninguna oposición entre los conceptos científicos y las cosas particulares, entre la validez universal de los primeros y la existencia actual particular de las segundas. Los conceptos universales propios del pensamiento científico requieren, de los objetos que acontecen, una necesidad y univocidad que permitan la construcción de un conocimiento desde una visión de las singularidades en su unidad e interrelación. Lo que resulta de este acercamiento es una construcción funcional de las cosas que la ciencia observa. Si consideramos esta idea dentro de otro contexto: el cultural, podemos afirmar que, según Cassirer, la forma ideal que mora en el espíritu sólo puede ser reconocida a través del signo sensible particular que la expresa. Ese signo sensible se une al contenido que representa la realidad de un particular existente mediante una forma simbólica. La forma simbólica tiene la misión de constituir al real particular en su forma espiritual y le concede su nueva estructura funcional, es decir, una función propia. La forma simbólica, entonces, va más allá de ser simple abstracción subjetiva, es constituyente, objetiva, pero con un tipo de objetivación realista, no ideal. Tiene la función de hacer “devenir hacia el ser”. Determina y rige el contenido concreto de la cosa al que une con el signo sensible y le da a éste su verdadera significación.
En efecto, Cassirer considera que el lenguaje, el mito, el arte y la religión son los elementos que constituyen la “red simbólica” de la experiencia en la que el hombre está inmerso y de la cual es protagonista configurador. Añade que el ser humano, “más que llegar a ponerse en contacto con las cosas en sí, está siempre en ‘coloquio consigo mismo’; se halla de tal modo envuelto por formas lingüísticas, imágenes artísticas, símbolos míticos, ritos religiosos, que no tiene posibilidad de ver o conocer cosa alguna salvo a través de la interposición de esos medios artificiales”; o sea, el hombre no es un “animal rationale”, sino un “animal symbolicum”… y “los símbolos no pueden ser reducidos a meras señales, las señales operan, los símbolos designan”…No es posible que surja “un pensamiento de relación” si no existe previamente un sistema simbólico.3. Por eso los animales responden a señales pero no a símbolos. Esa es una facultad exclusivamente humana.
Para la investigación que estamos iniciando es preciso buscar la aplicación de esos principios a las imágenes estéticas, determinadas por formas simbólicas, que son el objeto de nuestro estudio. Varios autores afirmaron utilizar el método iconológico, como por ejemplo: Hoogewerf, Baudoni, Menestier, Mäle, Klein, Chastel y Palomino. Pero los verdaderos creadores de la metodología fueron Warburg y Saxl, y el sistematizador, Panofsky en su libro Estudios sobre iconología.
Jesús Viñuales .4. hace un pequeño resumen del método, que está dividido en tres fases y que reproducimos a continuación:
“Lo que él” (dice Viñuales refiriéndose a Panofsky) “llama captación del sentido del fenómeno, pues ante una obra de arte tenemos que empezar esclareciendo su asunto primario o natural. Este es el mundo de las formas puras, que son portadoras de significados primarios o naturales, lo que se puede llamar el mundo de los motivos artísticos. El bagaje que necesitamos para su interpretación es el que proporciona la experiencia de la vida. El principio controlador es la historia del estilo. Con esto quedan examinados formalmente los objetos y hechos análogos a los mismos”.
“Este análisis nos permite ver los motivos como portadores de un significado secundario o convencional. Es el mundo de las imágenes formando historias y alegorías. Es claro que un análisis iconográfico correcto tiene que apoyarse en una identificación correcta de los motivos. En cuanto al bagaje para la interpretación es precisa un a familiaridad con las fuentes literarias en cuanto que nos dan los temas y los conceptos específicos. El principio controlador de la investigación lo suministra la historia de los tipos, que no es otra que la expresión de los temas o conceptos bajo diferentes condiciones históricas.
Téngase en cuenta que esta fase es iconográfica, es decir, de descripción y clasificación de imágenes. Es pues la etapa previa al nivel iconológico, en el que se tratará de captar el logosde la obra de arte.”
“Supone la captación del significado intrínseco, el último y esencial de la obra en cuanto comporta ‘valores simbólicos’ en el sentido utilizado por Cassirer. Se trata de la aprensión de algo subyacente al sentido de los fenómenos como al de los significados. En este substrato se sitúan los principios, ideas o creencias en los que se revela la actitud básica de una sociedad o época. Llegar a este estado de conocimiento no es fácil, es preciso poseer un bagaje para esta interpretación por medio de la intuición sintética, o familiaridad con las tendencias esenciales de la mente humana sin más condicionantes que la psicología personal y ‘el espíritu de la época’ (Weltanschauung) El principio controlador de esta interpretación lo da la historia de los síntomas culturales o símbolos. Para ello es necesario el conocimiento a fondo de otras materias relacionadas con el arte como la etnografía, la psicología, antropología, el folklore, la literatura, etc. Lo mismo digamos respecto al arte religioso, donde tendremos que estar impuestos en las doctrinas, el dogma, la liturgia, las devociones populares, etc. Panofsky llevará estas ideas metodológicas al terreno concreto en otros estudios…, como La perspectiva como forma simbólica y La historia de la teoría de las proporciones como reflejo de la historia de los estilos…”
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3. E. Cassirer, El devenir de las artes. Méjico, FCE, 1963, pp. 32 y ss.
4. J. Viñuales, 1986.
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Productos del proyecto: Informe correspondiente a Junio del 2009.