SIMBIOGÉNESIS

MANERA DE COMPRENDER EL HACER HUMANO

Arnaldo Esté

tebasucv@cantv.net


Symbiogenesis is the extremely rare, but permanent merger of two organisms from phylogenetically distant lineages into one radically more complex organism. Three examples are exceptionally important: intracellular enslavement by an early eukaryote of an a-proteobacterium by host protein insertion to make mitochondria; later conversion of a cyanobacterium into the first chloroplast, thereby forming kingdom Plantae; and secondary enslavement of a red alga to yield more complex membrane topology in the phagophototrophic kingdom Chromista. Two other cases involved independent acquisition of green-algal chloroplasts by ancestrally phagotrophic lineages, yielding chlorarachnean algae (phylum Cercozoa, within the chromist infrakingdom Rhizaria) and euglenophyte algae (phylum Euglenozoa, within the protozoan subkingdom Eozoa). Less radically, chloroplast replacement occurred within dinoflagellate Chromista by two symbiogeneses: Green-algal or haptophyte chloroplasts replaced ancestral peridinin-containing chloroplasts. These seven lineage mergers were all mediated by the evolution of novel modes of transmembrane protein import into the enslaved cell, allowing massive gene transfer from symbionts to host genomes.

Expected final online publication date for the Annual Review of Ecology, Evolution, and Systematics Volume 44 is November 23, 2013. Please see http://www.annualreviews.org/catalog/pubdates.aspx for revised estimates. Go to full-text...

-El abstract de este artículo comienza diciendo que “Symbiogenesis is the extremely rare, but permanent merger of two organisms from phylogenetically distant lineages”. Lo raro lo interpreta en relación a la generación de los diferentes reinos en los que se agrupa la vida luego de haberse dado. No obstante creo que la simbiogénesis ha continuado y continúa no solo en la generación de variantes genéticas “menores” sino que en una perspectiva filosófica se puede apreciar que la simbiogénesis o la hibridación fértil continúa como una manera del ser humano. Las formas de relación y, entre ellas, las de comunicación (relación interactiva intencional con recursos específicos (signos, símbolos, textos…) son un territorio fértil de esta simbiogénesis humana. Esa simbiogénesis, esos cursos simbióticos generan un mejoramiento de la vida humana y sus sociedades. La disminución de las guerras, la desaparición de los imperios, el progresivo reconocimiento de la necesaria diversidad cultural, el incremento de la edad, la disminución de la pobreza global, la fertilidad y variedad en las creaciones instrumentales y artísticas y muchas otras cosas que emergen incremental la intensidad y extensión de la vida humana, que no caben en el concepto de “progreso” o “desarrollo” como términos que expresan la necesaria evolución lineal de las maneras occidentales, pero que si hablan de amplitud y diversidad en las maneras de darse esos cursos simbióticos.

Es densa la discusión sobre la contaminación ambiental y el calentamiento terrestre. Se denuncia una cierta malignidad consiente o ignorante en la producción industrial y agroindustrial y en el uso de sus productos. No está claro el punto en el que el origen del calentamiento este en ciclos terrestres o en efectos de la combustión y emanaciones de gases de origen humano. No está claro el papel de fenómenos como los incendios forestales en la preservación del ambiente. Pero si tendría que estar claro que la conciencia del compromiso natural, de continuidad con la naturaleza de la que no somos parte separable, es expresión de ese curso simbiótico en el que vivimos. La conciencia humana forma parte de ello. No es función aligena, es función humana que expresa ese curso.

Repito: el escenario mundial actual, la derrota de la guerra, la Democracia como ambiente de encuentro de la diversidad, más que como instrumento manipulador del control social por políticos aviesos, la necesidad de negociar (simbiofunción) y buscar la paz, la crisis de la ONU con sus persistentes jerarquías de origen imperial, el agotamiento de las prescripciones ideológicas y el pragmatismo creciente, entre muchos otros “síntomas” revelan las notas de este curso simbiótico y la necesidad de evidenciarlo teóricamente.